Toda esa gente insoportable.

Hace unos días, sin saber ni el como ni el por qué, llegó a mis manos un libro que llamó mi atención, titulado "TODA ESA GENTE INSOPORTABLE" y con el que he pasado un rato no solo divertido, sino muy útil.

 

 

Cuando el talento de un escritor se junta con dos cosas : la inteligencia y el sentido del humor, entonces encuentras un tesoro.

 

No es un libro de autoayuda, ni nada parecido, está escrito por el psicólogo Francisco Gavilán, es una guía de supervivencia en el que te enseña a reconocer el elenco de personas desagradables que van pasando por tu vida y que muchas veces nos bloqueamos y no sabemos como lidiar ante ellas.

 

Porque por desgracia, no nos queda otra que tratar con especímenes un tanto curiosos que tienen por objeto hundirte en la miseria, o por lo menos lo intentan.

 

¿Quién no se ha topado con gente que te ha intentado amargarte el día o incluso alguna parte de tu vida? .

 

Este tipo de personas no solo tienen su parte mala, sino la tienen peor, pues nada, lo que hay que hacer y aquí habría que decir que por prescripción facultativa es "enfrentarte a ellos" porque sino nada cambiará y lo volverán a intentar.

 

¡¡¡¡He de decir que hay gente maravillosa en este mundo, gracias a dios!!!!

 

De la fauna humana que existe, él hace una clasificación muy divertida: el criticón, el pedante, el malaleche, el metepata, el insidisio, el etiquetador, el chismosos, el pelota, el autoritario, el aburrido, el trepa, el meaculpas, el perfeccionista, el egoísta, el chistoso, el insultador, el agorero.

 

De todos ellos al leer el libro, los dos que mas detesto son el "pedante", ese que te mira por encima del hombro y que sabe todo y el consejo que nos da ante este personaje es decirle que es de lo mas interesante tanto él como su conversación, vamos reírte de él o sino ignorarlo, que no hay mejor desprecio que no hacer aprecio.

 

Pero el acabose para mí es el "etiquetador", esos que tienen un ojo clínico finísimo, que te adjudican sin rigor alguno y con la mas absoluta imprudencia un "titulillo".

 

Esto para mí no deja de ser un juego peligroso porque a veces impide que haya personas que por ese "imbécil" no te lleguen a conocer, porque te está creando ya antipatía y hasta te puede eliminar socialmente y esto es lo que al final nos enseña el libro que a veces permitimos que todo este tipo de gente nos ninguneen y que nosotros somos los primeros que lo permitimos. ¡Apliquémonos el cuento!!

 

Y para acabar, me despido con un frase muy descriptiva de este libro altamente recomendable:

 

         "Si he de elegir entre dos hijos de puta, siempre me gusta escoger el que nunca haya tratado antes" (C. Whitaker).