Ya no hay patitos feos.

Hoy mi post se lo dedico a Francisco Gavilán, la semana pasada escribí sobre su fantástico libro "Toda esa gente insoportable", al mandarle el enlace para que leyese mi post, me escribió un correo donde me daba las gracias y me dijo que me iba a mandar otro libro suyo "Ya no hay patitos feos" (recomendado por la revista Psychologies).

 

No solo ha sido un detalle de clase por su parte, suele suceder cuando tratas con señores, es que me ha hecho el mejor de los regalos, otro libro suyo.

 

Si me gustó su libro anterior, éste por la manera tan amena y tan clara con la que escribe, no solo es que me haya encantado, sino que me ha enriquecido.

 

Reconozco que me has cautivado, porque tú has hecho conmigo lo que recomiendas en tu libro, me saludastes de una manera especial , como si me conocieses de toda la vida, me prestastes atención al leerme, como si tus ojos hubiesen mirado los míos y elogiastes lo que escribí. En definitiva, fuiste amable conmigo.

 

En tus palabras no hiciste lo que dijo Picasso: "el que se guarda un elogio, se guarda algo ajeno". Tu ensalzastes mi humilde blog. 

 

En el libro haces una pregunta que muchos a veces nos preguntamos ¿Sabemos caer bien a la gente? yo te haría otra a ti ¿Sabes que te has ganado una admiradora?.

 

Haces alusión a un proverbio alemán en cuanto dices que "no hay nadie con mas suerte que el cree que la tiene", yo la he tenido contigo, gracias ti he aprendido a como me tengo que  reinventar para abordar los cambios que quiero hacer en mi vida y a como despertar mi creatividad, mi carisma y sobre todo a controlar las muchas adversidades que me vayan sucediendo.

 

Me encanta la parte en la que recomiendas "la terapia de la escritura", el escribir un diario íntimo, ahora en estos tiempos podría ser un blog, porque como tu describes también escribir te enseña a expresarte de una manera que de otra forma no lo podrías hacer (autoexpresión).

 

Liberas tu tensión emocional, sacas de tu vida la pobreza, no la económica, sino esa terapia de robarle vida a la muerte.

 

Si la persuasión, Francisco, es el arte de conseguir que los demás hagan con gusto lo que uno desea que hagan, en mí lo conseguistes o por lo menos lo intentaré, intentaré NUNCA SER UNA COPIA DE NADIE y a desarrollar mi autentica personalidad y todo eso lo has hecho sin necesidad de apretar el gatillo (la pistola como bien dices, es el arma de los analfabetos).

 

Gracias por tu amabilidad, por hacerme sonreir, por tu sensibilidad al escribir y por transmitir esa fortaleza y optimismo para que saquemos de la vida lo mejor que nos pueda ofrecer.

 

                                                             

                                                                Un abrazo.