Está muy de moda hablar hoy de "fuga de talentos" o de "pérdida de capital humano" o incluso la expresión poco convincente que nuestra Ministra Báñez utilizó, al referirse a la salida de muchos españoles al extranjero a buscar trabajo llamándole "movilidad exterior".
La debilidad de nuestro mercado laboral es algo patente, más de 300.000 personas han inmigrado buscando una oportunidad desde que comenzó la crisis (según el último informe de Adecco).
En estos tiempos, es normal empezar una conversación preguntando: ¿Que tal llevas la crisis? y te contestan "No me quejo" ¡Porqué empezar la conversación enunciando un problema!
Y es que, realmente hay gente que tiene arte para desilusionarte nada más comienza el día.
A un amigo mío que le gusta mucho opinar de todo, siempre dice lo mismo ¡Que hay que dejar el pesimismo para tiempos mejores! ¡Que razón!.
Recordando a Charles Darwin, él nos decía que no es la especie más fuerte la que sobrevive sino la que mejor se adapta al cambio.

La naturaleza nos revela toda su sabiduría, el águila llega a vivir 70 años, es el ave que posee la mayor longevidad, pero a los 40 años toma una decisión sería y difícil y la toma porque tiene dos alternativas o se muere o sobrevive renovándose. Es su momento crítico de la vida
Cuando cumple 40 años, ni sus uñas ni su pico tienen la destreza de antes para cazar, y sus alas están pesadas, ya casi no puede volar.
Y toma la sabia decisión de renovarse, se va a la montaña más alta y hace un nido para estarse en él 150 días, en ese espacio de tiempo no vuela y comienza su renovación golpeando su pico con la pared hasta arrancárselo y en silencio esperará a que le vuelva a crecer, sus alas se caerán también pero a los cincos meses le volverán a salir nuevas y volverá a volar.
Ahora comienza una nueva vida, está fuerte otra vez, y tendrá otros 30 años para ser un ejemplo de animal de raza, comienzan nuevos días de vigilancia y captura.
El águila, te viene a decir que nunca sabes lo fuerte que eres, hasta que ser fuerte es la única opción que te queda, si quieres sobrevivir.
A lo mejor es bueno pensar como este sabio animal, y en estos momentos, marcharte a otro lugar puede ser una oportunidad y volar es bonito ¡Pero siempre vuela alto!.
Si no hacemos nada podríamos morir como el águila (metafóricamente) y deberíamos preguntarnos si lo que hacemos hoy nos acerca más al lugar en el que queremos estar mañana o nos aleja.
Todo ello ha de hacerse con convicción, pasión y entusiasmo.
"Las oportunidades son como los amaneceres: si uno espera demasiado, se los pierde"
(William George Ward)