martes, 7 de mayo de 2013

El arte del buen vivir.

El pasado domingo, el Día de la madre, mi querido esposo (me gusta decirlo así) me hizo un regalo muy emotivo, yo ya le había hablado de él en muchas ocasiones, era un libro que yo recordaba con especial entusiasmo.
 
Hace ya la friolera de 15 años que mi hermano mayor, Federico, me dejo leer este libro "El arte del buen vivir" de Schopenhauher.
Este libro supuso para mi un placer literario inmenso, es un manual para la vida donde se recogen recomendaciones y advertencias para desenvolvernos y evitar las trampas y contrariedades que nos vamos a encontrar por el camino. Un "Arte de prudencia"
 
Este extraordinario escritor, pesimista confeso, pone a nuestra disposición un patrimonio de inteligencia práctica.
 
Para él la vida "es un negocio que ni siquiera amortiza gastos". Ante esto recurre a lo que llamó la sabiduría práctica, o sea que había que encontrar la manera de procurarnos la felicidad, pero la relativa porque la absoluta no existe.
 
Los factores determinantes en la suerte de los mortales son :
Lo que somos: belleza, temperamento, cualidades intelectuales, la salud, nuestra personalidad que es lo verdaderamente determinante para nuestra relativa felicidad.
Lo que tenemos: nuestros bienes materiales que solo sirven para defendernos de las adversidades de la vida.
Y lo que Representamos: o sea como nos ven los demás, y es que lo preocupante de lo que piensen de ti es que al final no deja de ser rendirle un tributo a alguien que no lo merece, cierto que no es así en todos los casos.
 
Como decía Petronio "habes, habeberis"Tanto tienes, tanto vales". Frase para la posteridad que hoy día en esta sociedad parece que está más que presente.
Se trata de un libro lleno de recetas saludables al alcance de todo el mundo, no vamos a ser tan ingenuos de pensar que nuestra vida es un jardín de las delicias y que al mundo venimos solo a ser felices porque esto no es que sea difícil es que es imposible.
 
Habla mucho de la envidia, esa maldad moral de los hombres, ese silencio de tus méritos, pero lo que realmente hace envidiable a alguien es que sea recordado como tal por la posteridad. De esos hay pocos.
Envidiar es de tontos, nadie es digno de ser envidiado.
 
Y de los tiempos, solo el Presente es lo real y hay que vivir cada día como si fuera una vida, porque el pasado es nostalgia y el futuro es una impaciencia absurda.
Lo que venga es y será inevitable y  lo mejor que podemos hacer es dejar esos rostros agrios cuando dejamos pasar las horas gratas sin valorarlas, porque que las penas y tristezas están al acecho.  Al final la experiencia es la que nos lee  LA CARTILLA.. 
                               
                                 EL DESTINO BARAJA Y NOSOTROS JUGAMOS .
                             
                                                             (Gracias Federico y Misa).

6 comentarios:

  1. Suena muy interesante este libro, y viniendo de un pesimista tan reconocido estoy segura de que sus consejos serán acertados. Ya me lo prestarás!! Un besito.

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  2. Hola Cris, cuenta con él. Es una lectura muy recomendable.
    Un besito.

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  3. Después,de leer este Blog, detenidamente, y tan inteligente escrito. Todo lo que dices es tan real, que los que a veces hemos sufrido, envidias, y ese silencio cuando haces algo importante, sin tu proponértelo, porque así eres tu, provoque en algunas personas ser envidiados. Y no disfruten del momento que te da la vida, que son muy pocos, y te hace daño. Volveré a releer el libro para seguir siendo fuerte con la filosofía de este gran maestro . Quisiera dejar mi rastro ,en este MUNDO, humildemente. Como alguien que quiso mucho a todos los suyos,y que convertí en RISAS ESAS LAGRIMAS PARA QUE NUNCA SUFRIERAN LOS DEMÁS. HASTA SIEMPRE ABUBEL. ..

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  4. Hola Abubel. La envidia es una desgracia para los que la sufren, solo nos tienen que dar pena.
    Seguro que serás recordada, porque si has hechos feliz a los tuyos, eso nunca se olvida. Es lo que tiene ser una buena madre.
    Yo también espero dejar huella en mi hijo e intentaré no fallarle y siempre pensar en su felicidad porque hoy leí que una vez ya no dependen los hijos de ti, son parte de su destino, de la vida y de su nueva familia. Pero en mí encontrará lo que nadie le va a poder dar, si yo tengo que renunciar algo por él lo haré.
    Ser madre me ha hecho conocer dos cosas: la ternura y la falta de egoísmo.
    Un abrazo Abubel.

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  5. Muy buena esta entrada. Está claro que la envidia es el deporte nacional, poca gente se alegra de que al vecino le vaya bien; que pereza estar todo el día pensando en lo afortunados que son los demás y lo desgraciado que es uno, así no se valora ni se disfruta de lo que tienes delante......me apunto el libro para lectura veraniega. Besos ;-)

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  6. Hola Mamen, perdona por el retraso pero no se porqué me ha llegado hoy tu comentario.
    Me alegro que te haya gustado, lo mejor es disfrutar con lo que cada uno tiene.
    Un abrazo muy fuerte.

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