miércoles, 27 de noviembre de 2013

Perdona a tus enemigos, pero jamás olvides su nombre.

El dramatismo de la historia familiar de los Kennedy, hace que la memoria del ex presidente siga envuelta en el mito de una forma que aún llevará "mucho tiempo" disipar.

Pero después de 50 años del magnicidio, las teorías conspirativas parecen que se alejan mas del interés de las nuevas generaciones, alejándonos por tanto del "caso sin resolver".
 
Dicen de él, que era un sol cegador que no dejaba ver la oscuridad, pero la tercera bala aquel 22 de noviembre de 1963, acabó con su vida, el cráneo del presidente explotó.
 
Acortaron trágicamente su vida con solo 46 años, él llamó a una generación al servicio y convocó una nación a la grandeza.
 
La versión oficial nos ha dejado al mundo sin la verdad, a mi no me interesa quien lo mató, sino porqué lo mataron.
 
En ese año, en 1963 la población estadounidense era optimista sobre el porvenir y fijaros ahora como están las cosas, en plena decadencia.
 
Aquella fue una época dorada y a pesar de todo á día de hoy, nadie puede negar el poder militar y que sus cifras económicas siguen liderando a EEUU como primera potencia mundial.
 
El mundo lloró la muerte de John Fitzgerald Kennedy, es una leyenda política y será recordado por su juventud y sus aspiraciones por hacer lo correcto.
 
Pero en privado rompió todas las reglas, también tuvo su lado oscuro por las muchas y algunas sonadas "amistades peligrosas" que tuvo y es más, algunos estudiosos de la historia del Presidente sostienen que las balas lo mataron, si, pero que salvaron su reputación.
 
Deja frases para la historia, él se preparaba muy bien cada discurso, sus gestos, poses y pensaba sus frases para obtener resultados brillantes, decir que nada que ver con el famoso "Fin de la cita".
 
Está claro que la brillantez intelectual no es la misma para todos.
 
En el Cementerio Nacional de Arlington (Washington),  reposan sus restos hace 50 años, no se si llegaremos a saber alguna vez toda la verdad de este misterio, me supongo que desde donde esté y haciendo uso de una de sus frases a lo mejor ha perdonado a quienes lo mataron, pero nunca olvidará sus nombres.





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