miércoles, 21 de mayo de 2014

La palabra es plata y el silencio es oro.

Quedan exactamente cuatro días para votar, tenemos Elecciones Europeas a la vista, bueno, para el que quiera votar, faltaría más.

Sinceramente yo no pensaba votar, abiertamente lo digo, tengo una  plena desconfianza y sobre todo una sensación de tomadura de pelo respecto a los políticos, que esta soporífera campaña europea no era de mi mas mínimo interés.

El comentario de nuestro ya Ex-Ministro Arias Cañete me quedó exhausta, lo admito, pero sobre todo, cuando  reconoció publicamente que él mismo se teme, porque lo que le pedía el cuerpo era entrar a matar, (será por San Isidro), flaco favor le ha hecho al PP y en cambio le ha venido Dios a ver a Elena Valenciano.

Hoy mismo entona el "mea culpa", dice que no es machista y que estuvo desafortunado.

¡Haberlo pensado antes!.

Este "Señor" de aspecto bonachón que nos cuenta que lo que está en juego es nuestro futuro en Europa y que por eso hay que votarle a él, en el plano humano ha perdido, la supuesta superioridad intelectual de la que alardea y que no quiso mostrar por no dejar por los suelos a su rival en el debate, puesto que era una mujer, es ser un prepotente, de toda la vida.

Esa superioridad fue el pretexto para justificar que en ese anodino debate, él estuvo flojito y por cierto un poquito temblón.

¡Y que yo no digo que incluso hasta la tenga! Un brillante abogado del Estado, tonto, no está.

¿Su mal perder es lo que le llevó a menospreciar a su contrincante? Yo no me creo que intentase despreciar al sexo femenino, de todos es sabido que los pesos pesados de su partido son mujeres y no creo que si se hubiese sometido a debate con la Sra Vicepresidenta o la Sra
Cospedal, por cierto, ambas Abogados del Estado como él, hubiese dicho semejante banalidad, despreció a la señora con la que se midió en el debate.

Una persona inteligente se guarda la artillería pesada para cuando llega el gran momento, a lo mejor su vanidad lo traicionó, la vanitas-vanitatis, ese sentimiento de superioridad que provoca un trato despectivo y desconsiderado hacia alguien.

Por esto y porque creo que mi deber es votar, así luego no me dirán ¡No te quejes! si tu no votaste, votaré el domingo, pero no a machos ibéricos, sino a los que tengan como primer requisito en política, la honradez intelectual, no la superioridad intelectual.
 
 
                                                     ¡¡BUENA SEMANA!!!

                                                       







2 comentarios:

  1. La diferencia entre un hombre y un macho es que el hombre reconoceria los errores en del debate mientras que el macho diria que es un hombre.

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    1. Hola, como lo reconoció a los cinco días, tengo mis dudas de lo que es, creo que es un político nada políticamente correcto. Un abrazo.

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