
No es que sea negativa, pero son tiempos malos para la lírica y hablar de una navidad dulzona porque compremos turrones y de felicidad fácil porque intentemos demostrar nuestro cariño comprando cosas materiales en un escenario donde mucha gente lucha por sobrevivir, me parece irresponsable.
Vivir en los espejismos de tiempos pasados no es bueno, ahora la situación aprieta aunque se siga vendiendo ese paquete de felicidad del que todos debemos formar parte y que al final no es mas que la mecha que enciende la pólvora.
Con el tiempo te das cuenta que hoy ríes pero que mañana puedes llorar, que nada es para siempre, a lo mejor ni hasta para los políticos las cosas serán iguales, aunque si cobrásemos 6.000 euros al mes y tributásemos como un mileurista, el turrón nos sentaría mejor.
Mi fibra sensible son los niños ¡Quien lo iba a decir!, nunca me gustaron, pero ser madre me ha hecho descubrir un sentimiento que desconocía, ver sufrir a los niños me encoje el alma, porque ellos son los que traen la ilusión, ellos te hacen bonita la navidad.
Tenemos dos opciones, o sufrimos de manera indecible o sólo lo imprescindible, así que habrá que afrontar con buena actitud estas fechas que vienen y desear que vengan mejores tiempos para todos.
¡Nos queda la ilusión del "Gordo de navidad"! Pero si no lo sabéis, está a dieta, porque si te tocan más de 2.500 euros de premio, nuestro Ministro de Hacienda, el Sr Montoro se lleva un 20%. ¡Todo sea por reducir el déficit público!
Tenemos que ir haciéndonos a la idea que el papá Estado no existe y solo vela por sus intereses, Debemos ir pensando en hacernos mayores.
Nos conformaremos con la lotería de los pobres, la salud, ahora, que yo firmo.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!